Read with BonusRead with Bonus

El rubor bañado por el sol

Nattalie se acerca a mí con una sonrisa, pidiendo permiso para ajustar mi atuendo. Le digo que puede hacer lo que quiera si me ayuda a escapar de esta ropa embarazosa.

Rápidamente saca unas tijeras de su delantal, sus manos se mueven con la precisión de una costurera experimentada. Sin dudarlo, tra...