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RUMORES.

Suspiré.

—Padre, todos los días hay rumores buenos y malos sobre todos, estoy acostumbrado, no hay de qué preocuparse y además no es nada nuevo. Si no podemos ignorar este tipo de cosas y seguir con nuestro día, ¿cómo podemos gobernar los reinos con mano dura y mostrarles de qué estamos hechos? —pr...