Eres perfecto para nosotros

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—Déjame quitarte la ropa, cariño, queremos verte completamente desnuda frente a nosotros —dijo suavemente la hermosa dama, caminando lentamente hacia mí.
Tragué saliva con fuerza y me subí el sujetador, me quité las bragas y me quedé desnuda frente a ellos.
—Ahora ponte a cuatro patas en la cama —en ese momento, el apuesto hombre a su lado sonrió y me dijo, sosteniendo un látigo...
Mi vida siempre ha estado llena de tristeza y dolor, y siempre he tenido cadenas alrededor de mi cuerpo, manteniéndome en mi lugar. Pero pronto, mi vida cambió, y la luz en mis ojos recuperó el brillo que una vez había perdido.
Porque dos personas se preocuparon lo suficiente por mí para romper las cadenas que me ataban. Me hicieron empezar a amarme a mí misma y sentirme hermosa.
Los amo más que a nada.
Gracias a ellos, soy feliz hoy.