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Capítulo 48

Luke se levantó de la silla cuando la vio.

—¡Cariño, oh Dios! —murmuró. Su voz estaba llena de anhelo por ella.

Verla aquí le trajo una pequeña sonrisa a los labios, aunque ella le rompió el corazón cuando volvió a huir de él. Pero él podía perdonar y olvidar. Su presencia ahora era lo más importa...