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El sonido de las nubes gruñendo fue lo que me despertó. Estaba enredada en la sábana, mi cuerpo desnudo bajo la colcha, y mi cabello esparcido como patas de araña sobre la almohada. Con los ojos aún cerrados, busqué el cuerpo de Dominic en la cama junto a mí. Tanteé en su búsqueda, pero no parecía e...