Read with BonusRead with Bonus

130

El golpe fue tan fuerte que pensé que mi cráneo se había roto. Mi visión explotó en un dolor abrasador, mis oídos zumbaban como una maldita alarma de incendio, ahogando todo lo demás. Por un segundo, ni siquiera estaba de pie en ese pasillo de la escuela, estaba en ninguna parte, flotando en dolor y...