Read with BonusRead with Bonus

99

Mi respiración se aceleraba, ahora superficial, el pánico arañando mi pecho, un miedo creciente hundiéndose en mí. Pero mi mente gritaba en protesta—No, es real. Lo escuchaste. Tú también lo escuchaste, ¿verdad?

No podía detenerlo. Las voces giraban a mi alrededor, volviéndose más fuertes, empujánd...