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Bastardo despiadado

Sheila salió del aeropuerto furiosa, su enojo evidente en sus pasos rápidos y la mueca en su rostro. Acababa de llegar a Nueva York después de un largo vuelo desde Londres, y todo lo que quería era relajarse y descansar. Pero cuando escuchó que Peter estaba en la ciudad sin avisarle, no pudo contene...