Read with BonusRead with Bonus

Logan y Luge

Sus manos se movieron hacia abajo para agarrar mi cadera mientras asentía.

—Está bien, Annie. Te llevaré a La Habana.

Abrí los ojos para mirar los suyos.

—Gracias —susurré.

—Siempre, mi amor —hizo una pausa, y sus ojos se dirigieron a mis labios—. ¿Te parecería bien si te beso?

Me sonrojé pero ...