Read with BonusRead with Bonus

La verdad de Giselda

Giselda

Después de ahuyentar a los machos lujuriosos de Annie, le sonreí. —Entonces dime, Annie, ¿cómo estás disfrutando el primer día?

—Bien. ¿Y tú? —preguntó tímidamente.

—Está bien. Los animales son seres curiosos —respondí, sabiendo que no me importaban en lo más mínimo los animales, pero mi ...