Read with BonusRead with Bonus

No confíes en ella

Blake levanta la cabeza de la alfombra en la sala junto al vestíbulo, sus dedos regordetes agarrando las fibras de la alfombra mientras gime, con la boca fruncida en una mueca.

—Esto se supone que es bueno para ti, cariño —le insto cuando empieza a quejarse. Dalia, de rodillas a mi lado, asiente en...