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Un amor como el nuestro

Kenna

Un calor como ningún otro se extiende a través de nuestras manos unidas. Casi me aparto de Sydney, sorprendida por el dolor abrasador. Mi corazón late con fuerza contra mis costillas, pero me mantengo concentrada, mirando a mi compañero y rezando tan intensamente que las palabras se mezclan. ...