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Una ventana abierta

Kenna

La boca de Evander choca contra la mía. El rugido de la cascada detrás de nosotros se desvanece hasta convertirse en un suave zumbido mientras el sonido de su placer, un gruñido bajo y gutural, llena mis oídos y nubla mis sentidos.

Estamos completamente desnudos y ligeramente sudorosos por la...