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Capítulo 5

Ron Pov.

Amanda... Si empezara a hablar de ella llenaría páginas y páginas de libros, y lo más probable es que varios volúmenes. Amanda es una persona especial para mí y tiene un lugar especial en mi corazón.

¿Qué demonios estoy diciendo? ¡Mi corazón le pertenece completamente y... sé lo mal que está tener esos sentimientos por ella! Ni siquiera sé cuándo cambió la forma en que la miro y ella ni siquiera se da cuenta. Estoy seguro de que si supiera qué tipo de pensamientos tengo con ella, no querría volver a verme en su vida. Es precisamente por eso que elegí observarla desde las sombras y amarla desde las sombras. Eso es lo mejor para nuestra amistad.

Ahora, por ejemplo, la estoy observando a través de la ventana teniendo una conversación bastante acalorada con ese pequeño amante suyo. Honestamente, todo lo que quiero ahora, y lo que me daría gran satisfacción, es ir hacia él y golpear su cabeza contra las paredes hasta que no pueda ver. Pero sé que después de eso Amanda no volvería a hablarme, así que elijo observar desde las sombras una vez más y actuar en secreto.

No sé en qué estaba pensando cuando eligió estar en una relación con él. Pero... creo que no pensó en absoluto. Probablemente se sintió como un bicho raro porque era la única en la universidad que no tenía novio, así que eligió salir con este idiota.

—Sabes... Si no haces nada, aparecerá alguien más que le dará la espalda, y serás olvidado. —dice la madre de Amanda acercándose a mí y mirando por la ventana a su hija.

—No sé de qué estás hablando. —digo simplemente sin traicionar ninguna emoción.

Ella se ríe y se vuelve hacia mí mirándome como con autoridad.

—Ron... No intentes engañarme. Vi la forma en que la miras. No puedes mirarla así y luego decirme que no sientes nada por ella.

—No sería justo para nuestra amistad. Y ella... no me percibe como algo más.

—No lo sabrás si no lo intentas. Mira lo que es, Ron. Me voy de nuevo mañana y sé que puedo irme porque ella está en buenas manos contigo, pero aún quiero que me prometas algo.

—¿Qué?

—Quiero que me prometas que mi hija no sufrirá por nada y que la cuidarás pase lo que pase.

—Lo prometo.

No hay necesidad de prometerle a nadie tales cosas porque nunca dejaré que Amanda sufra.

—Está bien... Y quiero que pienses en lo que te dije. Josh no merece a Amanda, pero tal vez esa fue tu suerte. ¿Qué harás cuando llegue alguien que sí la merezca? Tienes una oportunidad más con su corazón. No la pierdas. —dice la madre de Amanda llena de amor por su hija, luego se va a su dormitorio.

Me quedo en el mismo lugar y miro a Amanda perdido en mis pensamientos. Eso es hasta que veo a ese idiota gritarle.

Oh no... Acabas de firmar tu sentencia de muerte, chico.

Salgo inmediatamente y en un segundo me encuentro agarrando a Josh por el cuello, acercándolo tanto a mí que siento que se ha vuelto más pequeño de lo que es.

—¿Cómo demonios se te ocurrió gritarle sabiendo que podría estar cerca? —digo, gruñéndole.

—Ron, está bien. Estoy bien. —dice Amanda tratando de calmar las aguas, pero lo único que logra es hacerme enojar más.

¿De verdad no piensa? Debería estar furiosa de que su novio, como ella lo considera, la trate tan rudamente.

—Será mejor que corras, chico, mientras aún estás entero. Y no vuelvas a mostrar tu cara aquí. —digo, luego lo empujo.

Flujo humano...

—Podrías haberte comportado de manera más normal. —dice Amanda con un suspiro y yo me vuelvo nerviosamente hacia ella.

—Si crees que permitiré que alguien te trate así, significa que no me conoces en absoluto.

—Y no quiero que te metas en problemas por mí.

Bueno... maldita sea. No esperaba esta respuesta y, por lo que puedo decir, ella tampoco esperaba decirla porque empieza a sonreír y luego entra en la casa sin decir nada. Es su manera de poner distancia cuando siente que se está cruzando una línea que ella ha establecido.

Suspiro de repente sintiéndome cansado y la sigo dentro de la casa. Cuando llego a la casa, no la veo por ningún lado.

—¿Dónde está? —le pregunto a su madre, que está en la cocina lavando los platos de los que comimos.

—Dijo que se estaba preparando para las clases. —dijo, gesticulando con la cabeza hacia la habitación de Amanda.

Bien... esperaré hasta que salga entonces. Ella no piensa que ha terminado de hablar conmigo, ¿verdad? Quiero saber por qué siente que no merece más de la persona que está a su lado.

La madre de Amanda me observa de reojo para ver qué estoy haciendo, pero no me siento intimidado en absoluto. Después de todo, su madre quiere que Amanda y yo estemos juntos. No tengo nada que ocultar en este momento.

Después de lo que parece una eternidad, Amanda sale de su habitación y, como cada vez que la veo, logra quitarme el aliento. Está vestida con una camisa de manga corta y una falda negra que personalmente creo que es demasiado corta, pero nunca le he impuesto un código de vestimenta, aunque la "crié" desde los quince años, podría decir.

—Me voy pronto, de lo contrario llegaré tarde. —dijo colocando su bolso en su hombro.

—Te llevaré. —digo rápidamente y logro ver a su madre sonreír.

Amanda asiente y, después de despedirse de su madre, me sigue afuera.

Es bueno que algunas noches Amanda acepte dejarme quedarme en su casa, ya que mi casa está al otro lado de la ciudad. Es bueno que tenga estas oportunidades, como llevarla a clases, lo cual me gusta porque puedo pasar más tiempo con ella.

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