Read with BonusRead with Bonus

18

Mis piernas cedieron ante su cuerpo y sus besos descendieron hasta mi cuello, arrancando un suspiro de mis labios por lo deliciosa que se sentía su lengua en mi piel.

Ya había caído en el vacío, no era capaz, ni tenía la voluntad de detenerme de mis deseos que clamaban por ello de todas las manera...