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Capítulo 50

Lilly observó con horror cómo el vehículo se dirigía a toda velocidad hacia el puesto de helados.

—¡Sandra! ¡No! —gritó, con el corazón roto al ver cómo el coche golpeaba a Sandra, lanzándola al suelo. Lilly corrió hacia Sandra, que yacía inmóvil.

—¡Sandra! —lloró, abrazando el cuerpo de Sandra co...