Read with BonusRead with Bonus

Capítulo diecisiete

Como dije antes, no éramos nuevos en el abuso de las manadas. Sin embargo, nunca habían llegado tan lejos como para vandalizar, no, destruir nuestras cosas.

Me incliné hacia adelante sobre Misa, mis abundantes lágrimas empapando su melena.

¿Cómo pudieron hacer esto? ¿Y por qué? ¿De alguna manera s...