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Capítulo 60

ALEJADA DE LA CORDURA

ELENA

¡Clang, Clang! Algo golpeó nuestro confinamiento de metal y una alarma sonó fuerte para que todos se despertaran, pero yo ya estaba despierta. Estaba acostumbrada a ello.

Entró el comandante junto a otros dos hombres enormes.

—¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! —gritó. Sin dudar...