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Los brazos de una madre

Algo está mal. Algo tiene que estar mal.

—Lo estás haciendo muy bien. Sigue empujando, Faye. Tú puedes— dice Alma, con el rostro brillando de sudor y determinación mientras yo grito de dolor.

Michael agarra mi mano, su otra mano sosteniendo mi muslo interior mientras hago fuerza con toda la energí...