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Conozco esa sonrisa

Faye

A la mañana siguiente, me despierto sola en la pequeña habitación de la posada. Una suave luz gris se filtra a través de las cortinas, iluminando las sábanas arrugadas en la cama y mi ropa de ayer aún colgada cerca de la chimenea.

Parpadeo en las sombras, frotándome los ojos mientras una figu...