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¡Dios mío! ¡Quiero darme una patada a mí misma tan fuerte!

Aunque ya le habían pasado el micrófono, la mente de Nicole estaba completamente en blanco, ya que no podía decirlo.

—¡Dilo, mami! —En ese momento, Pete, que estaba a su lado, tiró de sus pantalones ansiosamente.

Entonces, Nicole no tuvo ...