Read with BonusRead with Bonus

42| TE QUIERO

—¿Y ahora qué? ¿Y por qué tienes una cama en tu maldita oficina? —dijo Fremantle mientras la colocaba en su cama más pequeña, aunque no por eso pequeña. Se inclinó y la besó, arrancándole el vestido de un tirón mientras ella se quejaba de lo caro que era. Su boca se aferró a uno de sus pezones sensi...