Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veintiséis

Cuando me disponía a girar, un pequeño golpe en la pierna me detuvo.

—¿Puedo pelear contigo? —Una niña de unos tres años me había golpeado en la pierna. Una sonrisa se dibujó en mis labios.

—¿Quieres pelear conmigo? —pregunté juguetonamente, mirando a uno de los aprendices que parecía nervioso.

—...