Read with BonusRead with Bonus

2:Capítulo 32

Despertando con el sol radiante, mis chicos me rodeaban, y tener un bebé pateando tu vejiga haría que cualquiera se convirtiera en gimnasta en este punto. Me retorcí, me encogí, me deslicé y finalmente corrí al baño. Una vez aliviada, entré en la habitación, vistiéndome para el día. Una cómoda camis...