Read with BonusRead with Bonus

Treinta y nueve

—¡Ah!

—Lo siento, pero necesito asegurarme de que no haya nada atrapado en la herida —respondió Simone, ignorando la mirada fulminante de Eva—. Solo porque está sanando no significa que no vayas a tener una infección.

—Hablas igual que mi madre —bufó Eva, relajándose cuando Simone finalmente termi...