CAPÍTULO 5
Capítulo 5
Allison resopló, luego deslizó lentamente su tarjeta para abrir las puertas gemelas de su condominio. En el momento en que se abrieron, lo primero que vio fue a Brent, acomodando su gran cuerpo cómodamente en su gran sofá mientras veía la televisión. Allison sintió que sus nervios se calmaban y su corazón volvía a latir normalmente cuando el calor familiar de su hogar la envolvió. Se inclinó para quitarse los zapatos antes de caminar hacia Brent para darle un beso en la mejilla. Él giró ligeramente su rostro para verla y se inclinó, deseando otro de sus suaves besos.
—Drew, cariño, pareces un desastre —comentó, notando su aspecto desaliñado con su visión periférica antes de agarrar un puñado de papas fritas y masticarlas, con los ojos completamente enfocados de nuevo en la televisión. Nunca apartaba los ojos de la televisión desde que era niño, lo cual era un aborrecimiento para sus compañeros, especialmente porque se distraía fácilmente con cada programa que aparecía en la pantalla. Se pasó su rico cabello castaño de lado con sus enormes manos antes de girar completamente la cabeza para mirarla.
Ella respondió con una sonrisa llena de sarcasmo. —Lo tomaré como un cumplido —dijo antes de sentarse a su lado en el sofá. Jojo, su husky mascota, emergió de la cocina y trotó lentamente hacia ellos. Cuando el perro finalmente los alcanzó, ella colocó sus suaves manos en el pelaje negro azabache y blanco etéreo de Jojo. El dulce perro movió la cola, muy complacido por cómo se sentían sus manos, muy diferente a los días pasados, cuando las manos de su madre estaban tan frías como el hielo y mojadas con sus lágrimas. Ahora, estaban suaves e intensamente cálidas. No estaba acostumbrado a sentir las manos de Allison de esa manera, por eso saboreó el calor de su mano acercándose más. Una mano invisible acarició el corazón de Allison cuando su bebé peludo hizo eso.
—Es verdad, cariño. Necesitas refrescarte —aconsejó Brent, ahora mirándola. Ella miró sus ojos azules como el océano y vio la preocupación en ellos. Nunca se atrevió a abrirse con él desde siempre. No quería hablar de eso. Tenía miedo de que el viejo dolor volviera, fresco como si hubiera ocurrido hace un minuto. Afortunadamente, Brent entendía cómo se sentía, por eso nunca la forzó a abrirse y mantuvo a sus amigos callados sobre Dane.
Allison Drew y Brent Dawson habían sido amigos desde que nacieron. En otras palabras, él era su llamado amigo de la infancia y viceversa. Crecieron juntos ya que sus padres eran los mejores amigos. Un día nunca terminaba sin que Allison pasara el rato con los Kane o Brent sin ir a los Taylor. Eran tan cercanos que a veces dormían juntos en una cama. Podrían tener intereses diferentes, pero solo tenían una cosa en común, que era nunca mentir, y eso era suficiente para que ambos se convirtieran en los mejores amigos. Él solo le contaba sus problemas a ella, y ella a él. Ella fue incluso la primera persona en saber que él era gay antes que sus padres. Si solo sus padres no supieran que él era gay, podrían haber arreglado que se casaran.
Allison respiró hondo antes de responder, —Sí, supongo que necesito hacerlo. —Estuvo de acuerdo con su sugerencia. Se acercó a él y se acurrucó en su pecho. Brent puso un brazo alrededor de su espalda, sabiendo que era el único consuelo que podía darle por ahora mientras Jojo saltaba al sofá y se acostaba, haciéndose cómodo en el espacio que quedaba mientras Allison y Brent se abrazaban.
Probablemente aburrido del canal actual, Brent agarró el control remoto de la mesa de café y cambió el canal a la siguiente estación que estaba anunciando una cierta marca de café. La imagen del café blanco de aspecto delicioso hizo que Allison sintiera un nudo en la garganta. Le recordó a Hades Ezekiel Friso de Vries, uno de los empresarios más ricos y dominantes de los Estados Unidos que podía conseguir lo que quería con solo un chasquido de sus dedos. Han pasado días desde su encuentro con él, y preferiría olvidar ese fatídico día en lugar de recordarlo. Cuando se dio cuenta de quién era, se sintió muy avergonzada de sí misma; se hizo ver estúpida ante un hombre de tan alta estima. Incluso deseó no volver a verlo nunca más. Solo le recordaría su estupidez. Seguramente, si sus padres hubieran escuchado el escándalo que su única hija había hecho, podrían haberla reprendido e infligido palabras angustiosas para ahora.
Escuchó a Brent silbar.
—Me pregunto si el café blanco sabe bien. ¿Qué piensas, cariño? —preguntó y miró hacia abajo para verla. Frunció el ceño al ver la expresión en su rostro. Parecía una adolescente que acababa de experimentar estreñimiento por primera vez, o más bien, recordaba un amargo recuerdo que no quería recordar.
—Ally... —la sacudió un poco y Allison levantó la mirada, sorprendida. Era bastante obvio que había estado en las nubes. ¿En qué estaba pensando? ¿En quién estaba pensando? ¿Por qué parecía tan asustada? ¿Alguien la había acosado? El tipo debería estar preparado para el puño de hierro de Brent.
—¿S...sí? —preguntó, tartamudeando, pareciendo una niña pequeña enfurruñada al lado de su papá por su tamaño.
—Nada —respondió Brent mientras se inclinaba para besarle la frente. Una lágrima casi cayó cuando sintió sus labios en su frente. Eso es lo que Dane hacía cada vez que se despedían, le besaba la frente. Su corazón se desmoronó al recordar al chico que le rompió el corazón.
—¿Seguro? —preguntó para asegurarse.
—Sí —aseguró Brent y luego cambió de tema—. Por cierto, Rebecca y Johnsy vienen. Nos están invitando a un nuevo bar que el hermano de Johnsy acaba de abrir. Vamos a hacer una visita sorpresa.
Han sido amigos de Rebecca y Johnsy desde la secundaria. Al principio, solo eran Allison, Brent y Johnsy, quienes se hicieron amigos en séptimo grado. Pero luego Rebecca se transfirió a su escuela en el segundo año de secundaria y se hizo amiga de Johnsy ya que eran compañeras de asiento. El momento en que Rebecca vio a Brent jugando al fútbol en el campo, como una chica flechada por Cupido, se enamoró inmediatamente de él. Le contó esto a Johnsy y le pidió ayuda, quien rechazó su súplica diciéndole que Brent en realidad era gay, pero siendo la hija mimada de un magnate rico, la verdad no le afectó y en su lugar le dio la determinación de que podría convertir a Brent en un hombre de nuevo. Johnsy pensó que sería mejor si Rebecca conociera a Allison ya que era buena convenciendo a la gente. Las dos se conocieron y fue bastante fácil para ellas acercarse debido a la ventaja de Rebecca de ser extrovertida y su talento para mantener buenas conversaciones. Johnsy le contó a Allison sobre los sentimientos de Rebecca por Brent y su terquedad. Allison pensó que sería mejor si Brent fuera quien rechazara a Rebecca, y así, lo presentaron a Rebecca, para el éxtasis de esta última. Ella intentó con todas sus fuerzas hacer que Brent le gustara coqueteando y seduciéndolo, pero se rompió el corazón cuando él la rechazó, aunque eso no la hizo desistir. Incluso ahora que están en la universidad, ella sigue persiguiendo su deseo de convertirlo en un hombre.
—No suelo ir a lugares así, Dawson, y no estoy de humor. Ya me conoces. Puedes ir si quieres... —Allison se acurrucó más en su pecho, buscando más calor de su cuerpo. Brent siempre estaba cálido. Eso es lo que la hacía amarlo más. Podía ser su lámpara cuando estaba sola en la oscuridad. Podía ser su paraguas cuando llovía. Podía ser su payaso cuando estaba triste. Brent siempre era quien necesitaba cuando estaba en un estado de melancolía, y ella también lo era para él. Son verdaderamente mejores amigos, de hecho.
—Ally, cariño... —Brent le dio unas palmaditas en la espalda—. Estamos muy preocupados por ti. Pareces un desastre en las últimas semanas y solo queremos que te diviertas. Ya sabes, olvídate de ese tipo. Diviértete. Solo baila como si el mundo no estuviera girando.
—Pero Dawson... —croó.
—Vamos, amor, ¿puedes hacerlo por nosotros, por favor? Nos estás preocupando —suplicó Brent. Su preocupación ya lo estaba devorando vivo.
Allison giró la cabeza y vio a Jojo mirándola con el mismo mensaje que tenían los ojos de Brent. Miró el ojo izquierdo del perro que tenía el color de la hierba fresca. Su corazón se derritió al instante. El ojo verde de Jojo le recordaba a Jolina, su prima que murió de leucemia. Esos orbes de colores extraños fueron la razón por la que Allison lo nombró con el apodo de Jolina, porque casi tenían la misma forma y color que el ojo izquierdo. Incluso a veces pensaba que Jojo era una reencarnación de Jolina por los ojos. Su tristeza la estaba dominando de nuevo, lo notó. Apartó el pensamiento de su prima de su mente y dejó escapar un suspiro. Su culpa la estaba consumiendo lentamente, como un fuego que quemaba su piel delicada y suave.
—Está bien —murmuró, rindiéndose.