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¿Estás mojado?

Ella estaba conteniendo la respiración, pero seguía mirándome. Sus pezones estaban duros como rocas. Deslicé mi dedo más abajo por su pelvis y luego me detuve sobre su clítoris. Ejercí un poco de presión sobre él y observé cómo sus ojos cambiaban y sus pupilas se agrandaban. Estaba totalmente inexpe...