Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento cuatro

Me quedo allí y lo miro como si estuviera loco, porque lo está. Loco.

—Vamos —dice mientras me hace un gesto para que lo siga.

—Por favor, solo déjame ir —le suplico, aún sin moverme.

—¿De qué se trata esto? Te acabo de salvar, pensé que estarías feliz —dice mirándome como si no entendiera por qu...