Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento uno

—Señor Lenkov.

—¿Podemos...? —dice mientras toma mi mano y me lleva de vuelta a la pista de baile, con una mano en la mía y la otra sosteniéndome.

No tengo otra opción más que bailar con él, y mientras lo hacemos, no puedo mantener mi corazón, mi cuerpo ni mis ojos quietos mientras sigo mirando al...