Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 30.

Imelda observó cómo Aidas regresaba al club furioso. Mantuvo su distancia, sabiendo muy bien que su ira podría causar aún más problemas para el club y todos a su alrededor.

Luego pidió su cena. Y la quería caliente.

Ahí fue cuando comenzó el problema. No podía ofrecerle un humano, en su estado, po...