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Capítulo 52

—Amaya, eh, me quedaré unos días aquí —Chase entró en el dormitorio, donde Amaya yacía en la cama, mirando hacia arriba. Podía sentir su dolor y percibir su confusión, y podía ver las marcas moradas que sus dedos habían dejado en su piel delicada. Se estremeció por dentro, pero no dejó que su horror...