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La hermana

Su rostro se descompuso y cuando pensé que me iba a mandar al diablo, hizo lo contrario.

—Lo sé y por eso estoy aquí ahora. Necesito ayuda.

Y entonces las lágrimas volvieron, pero esta vez sabía que eran genuinas. La abracé y besé la parte superior de su cabeza. Puede que estuviera furioso con ell...