Read with BonusRead with Bonus

Endiabladamente guapo

No me alegró encontrar a Luis esperando entre las dos villas, tecleando en su teléfono cuando nos unimos a él. Sus ojos se levantaron al notar nuestra presencia y, como siempre, me miró de arriba abajo.

—¿Vuelas a casa con nosotros? —preguntó Luis con una sonrisa burlona.

Riéndome, negué con la ca...