Read with BonusRead with Bonus

Difícilmente el romance de un cuento de hadas

—Lo siento mucho —susurró Damien mientras miraba el rostro dormido de Gretchen. Apoyó su cabeza junto a ella en la cama y deslizó suavemente sus dedos por su mejilla—. Quería decírtelo, Gretchen. Debería habértelo dicho. Realmente no puedo culparte por estar tan enojada. Veo lo que estás pensando, p...