Read with BonusRead with Bonus

13. Mi regalo

Mis sollozos se habían calmado hace un rato, pero me quedé sentada en el suelo en silencio. Nicolo no mostró ningún signo de impaciencia incluso después de que las lágrimas dejaron de fluir. Me sostuvo sin decir palabra, acariciando mi espalda con dedos suaves. Me derretí en su toque amable, desnuda...