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Capítulo 21

Mia se secó la lágrima fugitiva que corría por la esquina de su ojo, goteaba más allá de su oreja y caía en la cama, con el dorso de su mano. No tenía la energía para llorar completamente o hacer una rabieta. Su respiración era constante mientras miraba a través de la oscuridad; sus manos entrelazad...