Read with BonusRead with Bonus

50 No eres Frade

Me quedé atónita. El hombre frente a mí llevaba una máscara que cubría la mitad de su rostro. Sus ojos dorados brillaban como estrellas en la oscuridad. Sus ojos eran oscuros y fríos. Aunque la mitad de su cara estaba oculta por una máscara plateada, la otra mitad era tan perfecta como una imagen de...