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191 Una falsa alarma

En el hospital, la puerta de la sala fue violentamente empujada, y luego escuché la voz de Frade.

—¿Dónde está ella?

—Cálmate, Frade —dijo Liv suavemente mientras se acercaba a Frade—. Eva está aquí. Está bien.

Cuando el taxista me llevó al hospital, el doctor no pudo comunicarse con el teléfono ...