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146 Frade está muerto

—No. —Luché, y la cuerda hizo que la piel de mis muñecas sangrara. Daley no me soltaba sin importar cuánto lo intentara.

Agarró a la camarera por el cabello y le echó la cabeza hacia atrás, haciendo que el pálido cuello de la mujer sobresaliera hacia adelante. Con la otra mano, sostenía un cuchillo...