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132 No me gusta esta vida

Daley no regresó hasta temprano en la mañana. Estaba medio dormida cuando lo escuché entrar al baño para ducharse. Cerré los ojos con fuerza y fingí estar dormida.

Podía sentir sus fríos dedos acariciando mi mejilla, y abrí los ojos para mirarlo. Nos miramos durante unos segundos, y luego la tensió...