Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veintiocho

—Hola, gatita —su voz me hace saltar y me giro para enfrentarlo, ¿qué demonios está haciendo aquí? Jacob logra robarme el aliento, pero me calmo, mis ojos se deslizan por su cuerpo musculoso y tonificado y me lamo los labios porque estaban secos. Él me da una sonrisa cómplice y sus ojos brillan, ind...