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Mi cruel compañero. 28

Mis ojos se abrieron lentamente y me encontré en los brazos del alfa, estábamos acostados en un enorme sofá negro. Mi rostro se sonrojó al recordar lo que sucedió entre nosotros anoche, éramos insaciables y estábamos empapados en nuestra dicha. Mis ojos recorrieron la habitación roja en la que estáb...