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Habla

A Zorah no le gustaban los despegues. Era tan claro como la nariz en su cara mientras agarraba el reposabrazos de cuero, con las uñas clavándose en él. Sidonia miraba por la ventana con asombro mientras alcanzaban el cielo, pero Zorah mantenía los ojos fuertemente cerrados.

Ícaro sostenía la mano m...