Read with BonusRead with Bonus

[Libro 8] Impresionante trío

Desayuno Abundante

—¡Hola, viejo! ¡Buenos días! —saludó Val a su padre mientras se sentaba en la mesa del desayuno.

—¡Mocosa! ¿No sabes cómo llamar a tu padre adecuadamente? —Edward Monte-Carlo frunció el ceño a su hija de diecisiete años, que tenía un aire de chico. Podría parecer feo frunc...