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Arrepentimientos de ser demasiado deliberado

—Ahhh…

—Oh, cariño…

—¡Mierda!

—¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

La mano izquierda de Boaz buscó el dispositivo de alarma en la mesita de noche a su derecha, sin siquiera abrir los ojos.

—¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

El sonido de la alarma continuaba mientras su mano izquierda no lograba encontrar el dispositivo. Habría...