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Nerviosamente emocionado

—¿No lo intentarás por tu pobre esposo? ¿Hmm?... —Tony le puso una cara de cachorrito, haciéndose ver convincentemente lastimoso. No es que necesitara tanto esfuerzo para hacerle creer que estaba miserable, pero sí para que le resultara difícil rechazar su petición.

—Me estoy volviendo loco extrañá...