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Vaya a la quiebra

Viola miró la pantalla destrozada y sacudió la cabeza.

—Hace mucho tiempo que no nos vemos. Tu temperamento no ha cambiado en absoluto, pero es una lástima que tengas un gran temperamento y no puedas desahogar tu ira.

Después de hablar, soltó suavemente su mano, y aparecieron algunas grietas más e...