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No puedes permitirte ofenderme

Los dos siguieron el sonido y miraron hacia la puerta. Viola llevaba un vestido de satén negro con perlas. Sus labios rojos estaban ligeramente levantados. Era tan hermosa.

Detrás de ella había dos guardaespaldas apuestos y corpulentos, que parecían imponentes.

Cuando Jaylin vio a Viola, apretó los ...