




Capítulo 3: Tres años después
Reinado
—¡Damien, deja de ser tan idiota! —escuché a Jaz refunfuñar. Estaba hablando por teléfono con su hermano mayor, a quien debíamos recoger del aeropuerto mañana. Él y su empresa de seguridad han sido contratados para hacerse cargo de mi equipo de seguridad.
—¿Por qué no le gusto tanto? —le pregunté.
—Créeme, sí le gustas —me dijo con una gran sonrisa.
—Sí, claro, seguro —bufé—. ¡El tipo ni siquiera me conoce y ya está hablando mal de mí!
Los ojos de Jazlyn se abrieron de par en par.
—¿Cómo lo sabes? —dijo frunciendo los labios.
—Uuuhhh, hheeelllllooooo, siempre hablas con él en altavoz, te escucho cuando hablas con él —me quejé—. ¿Cómo puede hablar tan mal de mí si ni siquiera me conoce? Y se supone que estará a cargo de mi seguridad mientras nos visita, eso me llena de tanta alegría y confianza. —(Nótese el sarcasmo.)— Ya me siento como una carga.
—No escuches a mi hermano, puede ser un verdadero imbécil —intervino Jyden.
—Jyden tiene razón, vamos a divertirnos, tenemos algunos viajes planeados, incluyendo una visita a algunas de las playas más hermosas, conseguir un bronceado increíble y recargar nuestras baterías para que podamos patear traseros cuando volvamos —dijo Jazlyn emocionada—. No dejes que él arruine esto para ti, para nosotros, ni siquiera estará mucho tiempo cerca, asignará a alguien para que te siga, él no lo hará personalmente. Es el gran jefe rudo. —Se rió.
—Oh, sí, claro, eso me hace sentir mucho mejor —dije con sarcasmo—. Quiero decir, cada vez que alguno de ustedes habla con él, puedo escuchar el desdén en su voz cuando habla de verme de nuevo. —Fruncí el ceño recordando nuestro último encuentro—. ¿Soy realmente tan mala persona?
—¡No, claro que no! —gritó Jyden—. Sé que quieres que todos te gusten, pero honestamente, a Damien no le gusta nadie, pffttt, a veces ni siquiera le gusta a sí mismo. —Se rió—. Trata de no preocuparte por él, una vez que te conozca, lo tendrás comiendo de la palma de tu mano. —Movió las cejas.
—Lo dudo —dije rodando los ojos—. Entonces, ¿cuándo se supone que llega el gran lobo feroz?
Tanto Jazlyn como Jyden soltaron una carcajada y el jugo que estaban bebiendo salió disparado por su nariz y boca.
—¡¿Qué demonios?! ¿De qué se trata eso?
—Lo siento, es que otros también se han referido a él así, algunos dicen que es un lobo con piel de humano —dijo Jyden mientras Jazlyn limpiaba el jugo que había salido disparado.
—Ustedes dos son tan raros, probablemente él sea tan raro como ustedes dos.
No he visto a mis hermanos gemelos en tres años, han estado de gira con su banda, Ryven’s Rose. Jazlyn es una de las guitarristas principales, Jyden es el baterista, Ryott es el otro guitarrista principal y Koltyn es el bajista, y luego está la cantante, Ryven Rose. La conocí una vez hace tres años, y ¡vaya sorpresa!, me dejó sin palabras. Es increíble, es mi única, todo en mí me decía que estaba destinada a ser mía y de nadie más. Solo tenía que convencerla de eso, por supuesto, no ayuda que no la haya visto en tres años y la haya asustado la primera vez que nos conocimos. Ella tenía quince años, yo tenía veintiuno, pero sabía que estaba destinada a ser mía.
—Sí, madre, me comportaré lo mejor posible. No haré nada para avergonzarte a ti ni a los dos idiotas —le prometí.
—¡Damien Ayres Hunt! —gritó mamá—. ¡Lenguaje, joven! —No le gustaba que usáramos lenguaje vulgar. Ella piensa que tengo la boca sucia, aún no ha escuchado la boca sucia de mi hermanita, ella puede maldecir como un marinero.
—Estoy bromeando, prometo ser amable —le dije rodando los ojos—. Te avisaré cuando esté con tus dos bebés. Te quiero, mamá, nos vemos a ti y a papá en unas semanas —dije riendo.
—Y más te vale ser amable con Reign. Ha pasado por mucho en estos últimos meses. Quiero que se sienta segura —me instruyó mamá.
—Lo sé, mamá, Shadow ya está con ella.
—Aun así, necesitas decírselo —suspiró.
—Lo sé, mamá, lo resolveré —le dije.
—Más te vale arreglar esto —refunfuñó.
—Solo sé por qué no has hecho o dicho nada antes —suspiré—. Ella ya podría estar aquí con nosotros y no en la situación en la que está ahora —me regañó mamá.
—Sí, mamá. De nuevo, lo sé, soy un idiota —le dije. Todos han estado encima de mí durante los últimos tres años. Ayres apenas me habla, la única vez que dice algo es para discutir conmigo sobre decirle a Reign o si hay problemas en la manada. Aparte de eso, se mantiene en silencio.
—Bueno, cuida de mis gemelos y de mi hermosa nuera y tráela a casa sana y salva —me dijo. Podía escuchar la preocupación en su voz.
—Lo haré, mamá. Créeme, he lamentado cada segundo de cada semana de cada día de cada año durante los últimos tres años —le aseguré mientras colgaba y llamaba al equipo que sería la seguridad privada de Reign.
—¿Qué pasa, jefe? —dijo Moses, mi segundo al mando cuando yo o Shadow no estamos disponibles.
—¿Está todo el mundo listo? Necesitamos ir al aeropuerto.
—Sí, todos están esperando junto a los coches esperándote.
—Bueno, vamos, tenemos un vuelo largo —le dije mientras salía de mi oficina.
—Entonces, ¿vas a reclamar a nuestra nueva Luna mientras estemos allí?
—Primero necesito decírselo. Hasta donde sé, Jaz y Jy no le han dicho nada sobre nosotros.
—Amigo, deberías habérselo dicho hace tres años —bufó, es lo mismo que todos me dicen.
—¡Uuuhhhhgggg! Lo sé. ¡Lo lamentaré por el resto de mi vida! Estoy tan frustrado, tomé una decisión que mantuve y ahora, debido a la obsesión de algún imbécil con ella, todos me recuerdan lo idiota que soy —gruñí.
—Está bien, lo siento.
—No quise decir nada con eso, solo... lo siento, no quise descargar mi frustración contigo —le di una palmada en el hombro a Moses—. Vamos a traer a casa a la Luna de nuestra manada —sonreí.