Capítulo 5
POV de Lara
—¡Lara, espera! —oigo a Luke decir a mis espaldas, pero sigo corriendo. Él me alcanza rápidamente y me detiene.
—Sabes que él no piensa lo que acaba de decir, ¿verdad? —añade.
—¿En serio? Porque no es la primera vez que me lo dice.
—Cuando está enojado, habla antes de pensar.
—¡Pues que se vaya al infierno!
—Eso puede hacer —asiente.
—¿Por qué no me lo dijiste? —pregunto.
—¿Decirte qué? —pregunta sin entender a qué me refiero.
—¡Que María es tu compañera!
—No lo niegues. Es demasiado obvio —añado al ver que sacude la cabeza.
—Porque me daba vergüenza. Mi compañera no me quiere, pero tampoco me rechaza. ¡Qué estúpido es eso!
Me río, una risa corta y seca: —¡Diosa! Ella es tan estúpida. ¡Eres el compañero perfecto! ¡No sabe lo afortunada que es! ¡Voy a patearle el trasero! —Ahora estoy aún más enojada.
—¡Por favor, no lo hagas! —dice con horror.
Me detengo y cedo:
—¡Está bien! —Lástima, eso me habría ayudado. Estoy tan molesta que habría sido una buena manera de desahogarme.
—Gracias por defenderme. Y esos bailes... —dice abrazándome.
—Sí, lo sé. Tal vez me pasé un poco, ¡pero valió la pena! —le sonrío.
—Sí, lo fue. Pero no te sorprendas si los chicos empiezan a coquetear contigo. Eso fue increíblemente sexy.
—Lo mismo va para ti —añado y ambos reímos.
—Fuiste una chica mala, cambiando la música con tu magia. Pensé que las buenas brujas no podían usar la magia para su propio beneficio —me provoca.
—Viste demasiado Charmed.
—¡Nunca lo vi! —niega.
—Mmm, era un buen programa. Lástima que Piper y Leo se separaran en la última temporada.
—¿De qué estás hablando? Envejecieron juntos.
—¡Lo sabía! ¡Vi todas las temporadas del programa! —sonrío con suficiencia.
—¡Qué! Vamos, estaba enfermo y aburrido —se defiende y yo me río.
—Te prohíbo que se lo digas a nadie —añade.
—¿Y qué vas a hacer? ¡Y sé cosas peores que eso!
—¿Como qué?
—Lloraste cuando vimos El Rey León.
—Vamos, ¿quién no lloraría?
—Cierto, pero también lloraste con Moana —lo provoco.
—¡Jura que nunca hablaremos de eso otra vez! —protesta.
—Tranquilo, nunca se lo diré a nadie, pero puedo molestarte con eso.
—Vamos a casa. ¿Quieres dormir en mi casa? —le pregunto.
—Sí, por favor. No quiero lidiar con las tonterías de Clint esta noche.
Estamos en mi casa, ya me he duchado y puesto el pijama. Ahora es el turno de Luke. Heredé la casa de Jane cuando murió y, como ya era lo suficientemente mayor, me emancipé. Jane era una gran persona y perderla fue difícil. Aún es difícil vivir sin ella. Al igual que fue difícil recuperar todos mis recuerdos. Ash, aunque no se daba cuenta en ese momento, era mi única luz. Desde entonces tengo pesadillas, por eso solía dormir mucho en la casa de Luke.
—Tengo una pregunta —dice Luke entrando al salón.
—¿Para mí? —pregunto.
—¡No, para el hombre invisible! —responde con tono sarcástico.
—Sí... pregunta estúpida. Pregunta de todos modos. ¿Té?
—Sí, por favor. Me encanta tu té.
—Es porque, como bruja, trabajo mucho con hierbas, así que sé cuál es la mejor mezcla.
—Cierto. Volviendo a mi pregunta, me gustaría que fueras honesta.
Está actuando raro, no es el tipo de chico que anda con rodeos. Normalmente es directo, a veces demasiado directo.
—Me estás asustando —le digo.
—¿Es Matthew tu compañero?
—¿Por qué piensas eso?
—Lo que dijo te hirió profundamente de la misma manera que María me hiere con sus palabras. Respóndeme ahora porque él ha olido a su compañera algunas veces, pero el olor siempre desaparece y ambos sabemos que puedes hacer eso.
—No lo sé. No estoy segura ya que mi loba está dormida. Lo que puedo decirte es que algo me molesta de él como nadie más. —No lo miro porque no quiero que vea que estoy mintiendo.
—Aun así, con tu magia podrías saber si es tu compañero o no, pero no estás tratando de confirmarlo.
—No puedo tener un compañero.
—¿Por qué no?
Sacudo la cabeza.
—¿Estás ocultando tu olor de él?
—Yo...
—Sé que no se llevan bien, pero el odio es el sentimiento más cercano al amor. Y si tienes miedo, te garantizo que él no te rechazará. Es uno de los mejores chicos que conozco y estoy seguro, sin duda, de que te cuidará bien si realmente es tu compañero.
No estoy tan segura de eso con la cantidad de veces que me ha dicho que no quiere ser mi compañero. Ser mi compañero lo matará y no puedo permitir que eso suceda. No puedo tener un compañero. No estaba destinada a tener un compañero.
Suspiro:
—Algún día, alguien vendrá por mí y no habrá nada que nadie pueda hacer al respecto.
—Sabes que siempre te protegeré.
—Lo sé, pero cuando llegue mi momento, seré yo quien te proteja.
—Pareces tan asustada. Tal vez deberíamos hablar con Selina y Tom.
—No, por favor. Este es mi problema y no quiero que nadie se involucre.
—¡Por favor, Luke! —suplico.
—¡Está bien! Pero prométeme que verificarás si Matthew es tu compañero o no.
—Lo pensaré. Me voy a dormir. Buenas noches, Luke. —Salgo del salón antes de que pueda responderme. No quiero continuar esta discusión.
Pensando en lo que dijo Luke, no sé cuánto tiempo más puedo seguir ocultando el hecho de que soy la compañera de Matthew... pero en lugar de ser rechazada por alguien que no desea ser mi compañero, prefiero quedarme sin compañero.
Volviendo a casa, me veía muy cansada y débil... fue un día largo y creo que necesito dormir mucho para otro día.